jueves, 25 de julio de 2013

Le toca al barquito



TITANIC - 1997: James Cameron nos coloca un blockbuster grande como un iceberg, capaz de arrasar a la vez en la taquilla y en los Oscar.
¿Por qué la odian? Porque reduce una tragedia de la vida real a un drama romántico tirando a trivial, lleno de estereotipos y con un guión que nos exige que nos preocupemos más por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio que por los centenares de extras que mueren como moscas en torno a ellos.
Una opinión: “A Hollywood le ha costado un siglo darse cuenta de que las películas más estúpidas merecen los mayores presupuestos, porque son las que generan los mayores beneficios. Sólo Cameron podía convencer a los ejecutivos de que esta historia de amor barata y cursi merecía las millonadas que costó rodarla. Cuando se convirtió en el mayor éxito de taquilla de la historia, perdí toda mi fe en la humanidad”. Ramin99, IMDb
Increible pero cierto..

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