TITANIC - 1997:
James Cameron nos coloca
un blockbuster grande como un iceberg, capaz de arrasar a la vez en la
taquilla y en los Oscar.
¿Por qué la
odian? Porque
reduce una tragedia de la vida real a un drama romántico tirando a trivial,
lleno de estereotipos y con un guión que nos exige que nos preocupemos más por Kate
Winslet y Leonardo DiCaprio que por los centenares de extras que
mueren como moscas en torno a ellos.
Una opinión:
“A Hollywood
le ha costado un siglo darse cuenta de que las películas más estúpidas merecen
los mayores presupuestos, porque son las que generan los mayores beneficios.
Sólo Cameron podía convencer a los ejecutivos de que esta historia de amor
barata y cursi merecía las millonadas que costó rodarla. Cuando se convirtió en
el mayor éxito de taquilla de la historia, perdí toda mi fe en la humanidad”. Ramin99,
IMDb
Increible pero cierto..
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