martes, 13 de agosto de 2013

Forrenst Gump (1994) | Crítica



La película: Tom Hanks interpreta a un chaval con unos grados de menos, abriéndose camino como puede a través de momentos clave de la historia de EE UU.
¿Por qué la odian? Porque es como una caja de bombones, llena de dulces empalagosos que enmascaran una visión reaccionaria de la sociedad estadounidense en la que quienes protestan son malos y los idiotas triunfan. Aplastar a Pulp Fiction y Cadena Perpetua en los Oscar no hace que nos caiga más simpática.
Una opinión: “No importa que hayas nacido con una inteligencia inferior a la media, SIEMPRE que hayas nacido con una habilidad para jugar a ping pong superior a la media; (…) SIEMPRE que en el momento en el que inicies un negocio relacionado con las gambas el buen Dios con un milagro provoque el hundimiento de todos los barcos de la competencia llevando la desgracia a muchas familias pero beneficiándote a ti, que eso es lo que importa, porque aunque en América cualquiera puede triunfar está claro que para eso los demás tienen que fracasar”. Jormungander, Filmaffinity

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